La inteligencia artificial ayuda a tomar mejores decisiones clínicas
13.000 enfermedades, 6.000 medicamentos, 4.000 procedimientos médicos y un número indeterminado de historiales médicos, según cifras del doctor Herbert Chase, profesor de Medicina Clínica en Biomédica Informática en la Universidad de Columbia (EUA), convierten el conocimiento médico en imposible de abarcar por una sola inteligencia humana. Algunos expertos aseguran que se necesitan 21 horas diarias de lectura para mantenerse al día de la actualidad médica, aunque al ritmo de crecimiento en publicaciones que existe en la actualidad esa cifra es cada vez más insuficiente. El resultado de esa incapacidad para actualizar conocimientos con los métodos tradicionales son los errores médicos. Según Chase, las negligencias causan entre 44.000 y 98.000 muertes al año tan solo en Estados Unidos.
Para solucionarlo disponemos de inteligencia artificial que puede analizar toda la información científica disponible y recomendar el mejor tratamiento o diagnóstico en función de la evidencia y de los parámetros introducidos de cada caso. Es lo que ya hace, por ejemplo, IBM con su ordenador Watson en el cáncer. Este sistema ya se utiliza en el prestigioso MD Anderson Cancer Center de Estados Unidos. Con cada pregunta, Watson genera posibles respuestas, respaldadas con pruebas para cada hipótesis, clasificadas de más a menos fiable.
Algo menos ambiciosas pero con la misma filosofía existen distintas aplicaciones que ayudan al diagnóstico y tratamiento basadas en protocolos, publicaciones y vademécum, como la española iDoctus, que ya utilizan miles de médicos a través de su teléfono o de su tablet.
La inteligencia artificial nunca sustituirá al médico, según los expertos, pero le complementará. En esa inteligencia artificial se contemplan tanto las publicaciones como los historiales clínicos o incluso la posibilidad de preguntar a los mejores especialistas en cada campo, la llamada inteligencia colectiva.
Para Ignacio Hernández Medrano, adjunto a la Dirección Ejecutiva en el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, pasaremos de una Medicina basada en la evidencia (MBE), hacia un nuevo horizonte que se puede llamar Medicina generadora de evidencia (MGE). El doctor Medrano ha creado una novedosa herramienta de soporte a la decisión clínica basada en el análisis de las historias clínicas electrónicas, Savana. Para ello, utiliza el Big Data o análisis de grandes cantidades de datos.
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