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Los profesionales sanitarios optan por la formación 2.0
Una de las transformaciones más importantes que ha permitido Internet entre los profesionales sanitarios ha sido en el ámbito de la formación. El acceso a las publicaciones médicas a través de PubMed supuso un salto cualitativo en la investigación, al que siguieron otros que han contribuido a la formación continuada, como el acceso compartido a bases de datos, las plataformas de elearning o MOOC y el aprendizaje a través de las redes sociales.
El término MOOC procede del inglés Massive Open Online Course, es decir cursos online, abiertos y masivos. No hay universidad o institución educativa que no haya creado alguno de estos cursos, que incluyen la posibilidad de compartir material multimedia, realizar seminarios online o webinars y crear foros de discusión entre alumnos, con un examen final de evaluación. Si bien aportan la comodidad de poder realizarse desde casa y en el tiempo más adecuado para cada uno, e incluso se pueden encontrar muchos de ellos de forma gratuita, su mayor obstáculo es que sus índices de abandono son altos, sobre todo si no incluyen alguna clase presencial.
Las redes sociales también ayudan al profesional sanitario a formarse, como han demostrado diversos estudios. Los estudiantes valoraban, sobre todo, el papel de Facebook en la formación, aunque existen otros recursos muy extendidos, como las presentaciones en SlideShare, las infografías en Pinterest, los vídeos de YouTube y los documentos en Scribd, por citar algunos ejemplos.
Comunidades de aprendizaje o de intereses profesionales están compartiendo estos materiales en la nube, con lo que la posibilidad de diseñar cursos a medida es cada vez mayor. De hecho, ya se habla de un nuevo tipo de formación, el PLE, acrónimo de Personal Learning Environment o entorno personal de aprendizaje.
Los profesionales sanitarios tienen una oportunidad única de construir su formación continuada no sólo de acuerdo con su especialidad sino también con sus intereses. Sin embargo, para no perderse en la infoxicación o exceso de información, es necesario participar en las redes sociales con comunidades de interés y fomentar la colaboración y el aprendizaje colectivo. Muchos ya lo están haciendo. Son los mejor preparados para orientar a los pacientes en la búsqueda de información sobre su enfermedad.
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